viernes, 24 de diciembre de 2010

Visita al vete

Al día siguiente, aunque al final la vacuna no tocaba, aprovechamos para ir a conocer a mis vetes, Pedro y a Ana.

Como tía Sayuri estaba de visita, nos acompañó hasta allí, me gusta mucho tía Sayu, me siento muy tranquilo cuando me acaricia, tiene como una magia especial.

Al llegar al vete y nada más ponerme en el suelo dijeron que mis huesos no andaban muy bien, por eso me dolían las patitas y enseguida me sentaba o me tumbaba y me quejaba al subir y bajar del sofá. Pero escuché que le decían a mami que con vitaminas y buena comida, me pondría perfecto.

Pesaba 7 kilos con casi 3 meses, no dejaban de decirme lo grande y guapo que iba a ser, pero ya lo soy, ¿no? O eso me dicen mis mamis todo el rato.

Aún no podía pisar el suelo así que hice el camino de vuelta también en brazos pero esta vez de tía Sayu que resoplaba y decía que pesaba mucho... en japonés!! Mami Noe le ha pedido que me hable en japonés, que seguro que la entiendo. Como ella me habla en catalán, en castellano, en inglés, japonés... ya estoy acostumbrado, ¡voy a ser un galgo políglota!

Además, Pedro me regaló juguetes, un hueso... y me dio muchas golosinas cuando yo me sentaba. Mami me miraba orgullosa, dice que soy listo y aprendo muy rápido. Todos me miraban asombrados, ¿tan raro es que uno se siente cuando se lo piden? Estos humanos...

Aquel día fue agotador y sólo recuerdo que al llegar a casa me tumbé junto a mis juguetes nuevos y me dormí...


Al llegar del vete


¡Se está muy bien en esta casa! En cuanto mami se despista por la noche, ya estoy con ella, en su cama se duerme más calentito, blandito... me gusta estar cerca de mi familia, así se duerme mejor, ¿no creéis?

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